06 diciembre, 2005

De Rerum Natura

Cuando, por fin, supieron hacer chozas, /y de pieles y fuego hicieron uso,/y cuando la mujer y el hombre aparte/se fueron a vivir en compañía,/y cuando los placeres amorosos/se limitaron sólo a dulzuras/del casto matrimonio, y cuando vieron/los padres a sus hijos porción suya,entonces empezó la especie humana/a suavizarse por vez primera:/el fuego hizo los cuerpos más sensibles/al frío, de manera que ya el cielo/abrigo suficiente no prestaba/debajo de su bóveda; y las fuerzas/disminuyó la Venus excesiva,/y las tiernas caricias de los hijos/blando y suave hicieron sin trabajo/el natural altivo de los padres./Entonces los que estaban más vecinos/entre sí establecieron relaciones,/se abstuvieron de daño y de violencia,/protegían sus hijos y mujeres,/y en sus gestos y voces balbucientes/indicaban ser muestra de justicia/de la imbecilidad compadecerse./Mas no podía dominar en todos/esta concordia, bien que exactamente/guardaban estos pactos los más buenos,/que eran en mayor número: sin esto/la raza humana fuera destruida enteramente ya desde aquel tiempo;/no se hubiera hasta ahora propagado. LUCRECIO: De Rerum Natura, libro V, vv.1452-1483 (aproximadamente). Traducción del Abate Marchena.